Los hospitales públicos de Baleares activarán, este viernes a partir de las 20.00 horas, su plan de contingencia para actualizar el sistema informático implantado recientemente, SISN2+. Además, Son Llàtzer llevará a cabo un proceso de migración de datos del sistema informático anterior y, así, se completará la integración de todos los hospitales en el SISN2+.

Según ha informado la Conselleria de Salud en un comunicado, esto supondrá mejoras importantes en la asistencia a los pacientes. SISN2+ es un proyecto que ha impulsado el Servicio de Salud para todos los hospitales de la red pública de la comunidad con el fin de disponer de una herramienta más moderna y que se mantenga actualizada constantemente.

Este nuevo sistema permitirá incorporar nuevas funciones y tecnologías de manera continuada y ágil. Uno de los beneficios más relevantes del cambio a SISN2+ es disponer de un sistema de historia clínica compartida con el resto de los hospitales de las Islas, lo que permitirá mejorar el intercambio de información entre los centros, que será más ágil y seguro.

El proceso de migración del sistema del Hospital Son Llàtzer y la actualización en el resto de los centros sanitarios tendrá lugar desde las 20.00 horas de este viernes y hasta el sábado a las 19.00 horas. Durante este tiempo, y durante todo el fin de semana, en Son Llàtzer se trabajará prácticamente en papel. Aunque durante el periodo de implantación se reforzarán los equipos sanitarios para que el impacto asistencial sea el menor posible, este hecho tendrá un impacto significativo en el Servicio de Urgencias, por lo que la atención de los casos leves puede sufrir demoras significativas.

Con el objetivo de disminuir tanto como sea posible la afluencia de pacientes a las urgencias, los hospitales recomiendan a las personas con enfermedades o afecciones leves que durante el fin de semana tengan que ir a urgencias, que vayan a los servicios de urgencias de su centro de salud.

Este cambio de sistema es un proceso técnico complejo que se debe hacer por fases y requiere un periodo de adaptación para los profesionales. Por ello, es previsible que durante las próximas semanas se trabaje con un poco más de lentitud y pueda haber demoras en los tiempos de espera para hacer pruebas diagnósticas y para las consultas con los especialistas, así como incidencias técnicas puntuales durante las visitas.