La final de la Copa del Rey de fútbol de 1998 entre el RCD Mallorca y el FC Barcelona es recordada como una de las más emocionantes y dramáticas en la historia del torneo. El partido se llevó a cabo en el Estadio Mestalla en Valencia el 29 de abril de 1998, hace hoy 25 años.

El Barcelona, que había ganado la Liga esa misma temporada, llegó a la final como claro favorito para llevarse el título. Sin embargo, el Mallorca no se dejó amedrentar por el poderío del equipo catalán y se plantó en el terreno de juego dispuesto a dar la sorpresa.

El partido comenzó con un ritmo trepidante. A los 6 minutos la alegría llegó a la poblada grada mallorquinista. Se adelantó Stankovic con un golazo que algunos seguidores se perdieron por el retraso del barco que les debía trasladar a Valencia. Con el Mallorca por delante, el equipo de Héctor Cúper aguantó los ataques del Barcelona. Sin embargo, Rivaldo empató el partido a los 66 minutos.

Las malas noticias para el Mallorca no terminarían ahí ya que Mena en el 84 y Romero en el 93 fueron expulsados por el colegiado Daudén Ibáñez y dejaron al Mallorca con dos jugadores menos. A pesar de ello el partido se mantuvo igualado en la prórroga.

El partido se decidió en la tanda de penaltis, donde el Barcelona se impuso por 5-4 y se proclamó campeón de la Copa del Rey pese a la heróica actuación de Carlos Roa, portero del Mallorca, que paró tres penaltis y marcó uno. Sin embargo, la imagen más recordada de la final ocurrió después de la entrega del trofeo por parte del rey Juan Carlos I. La copa se partió en dos al caer al suelo, lo que muchos interpretaron como un presagio de la gran resistencia del Mallorca en la final. De hecho, se dice que el equipo balear mereció una “media copa” por su gran actuación en el partido.

El evento también se recordará por haber constituido uno de los mayores desplazamientos masivos de la afición mallorquinista a la península que se recuerdan, con cerca de 13.000 personas en la grada, ataviados con los chubasqueros rojos que el Consell de Mallorca regaló para la ocasión.

Cinco años más tarde, en 2003, el RCD Mallorca logró su primer título de la Copa del Rey al vencer al Recreativo de Huelva en la final. Este triunfo permitió al equipo balear redimirse de su derrota ante el Barcelona en 1998 y hacer historia en el fútbol español, además, la venganza mallorquina llegó mucho antes, en la Supercopa de España, unos meses más tarde, cuando el equipo isleño logró el primer título oficial de su historia ganando al Barça a doble partido.