La portera de la selección nacional de fútbol, Cata Coll, recientemente proclamada campeona del mundo, recibió su merecido homenaje en su localidad natal en una tarde de reencuentros, alegría y emoción. La jugadora mallorquina, nacida en Pòrtol (Marratxí), llegó sobre las seis de la tarde en un tractor a la plaza Cas Moix y desde allí se trasladó al campo Municipal de fútbol que lleva su nombre.

Una vez en el campo, el alcalde de Marratxí, Jaume Llompart, la recibió y ambos caminaron hacia el estrado mientras eran escoltados por los asistentes. Tras los discursos protocolarios, el alcalde le entregó a Cata Coll un ‘siurell’ con la figura de un portero.

Luego, el presidente del Sporting Sant Marçal, el club donde la jugadora se formó, le otorgó una placa conmemorativa en reconocimiento a sus logros.

En su parlamento, Cata Coll recordó que se siente orgullosa de ser “Portolana” y dio las gracias a todos los presentes y a toda Mallorca por el apoyo recibido, antes durante y después del Mundial.