El senderista rescatado este domingo por el helicóptero de la Guardia Civil y Bomberos de Mallorca en Escorca se había separado de un compañero, que fue quien trasladó el aviso desde el aparcamiento de la ruta, y pasó toda la noche al borde de un precipicio de decenas de metros y sin material de seguridad.
Según ha detallado el Instituto Armado en una nota de prensa, el aviso llegó el sábado por la noche, cuando un familiar alertó de que dos personas no habían regresado de una excursión.
Una Patrulla de Seguridad Ciudadana de Inca comprobó que el vehículo de los excursionistas se encontraba estacionado en un aparcamiento que da inicio a la excursión del torrente.
Hasta allí se desplazó personal de Grupo de Rescate Especial e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil, que junto con
Bomberos localizaron a uno de los excursionistas, que les dijo que se había separado de su compañero y desconocía dónde podía estar.
Durante toda la noche los equipos de rescate estuvieron buscando al senderista, localizando una pequeña luz en una pared escarpada de Ses Farines.
La mañana del domingo, con la luz del día, el helicóptero de la Guardia Civil mediante un ciclo de grúa extrajo de la pared al senderista.
Se encontraba en situación muy precaria, agotado, en una pequeña cavidad de la pared sin material de aseguramiento y al borde de una caída de varias decenas de metros de altura.
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