El palista de origen mallorquín Marcus Cooper continúa demostrando que es uno de los grandes nombres del piragüismo español, a pesar de haberse quedado a las puertas de una nueva medalla en los Juegos Olímpicos de París. En la prueba de K2 500 metros, Cooper y su compañero de equipo Adrián Del Río lucharon hasta el último segundo por la tercera plaza con la pareja australiana, culminando en una reñida cuarta posición que requirió de una foto finish para determinar el resultado final.
Alemania, Hungría y Australia coparon el podio del K2 500 metros masculino. Cooper, que suma tres medallas en los tres últimos Juegos Olímpicos (Río, Tokio y París), estaba decidido a sumar una nueva presea a su palmarés, esta vez en la categoría de K2 500 metros.
La igualdad entre las embarcaciones en los metros finales obligó a los jueces a recurrir a la foto finish, una situación que mantuvo en vilo tanto a los atletas como a los espectadores. Finalmente, se confirmó la cuarta posición para Cooper y su compañero, un resultado que, aunque doloroso, no empaña la carrera estelar del mallorquín.
El día anterior, Marcus Cooper había vuelto a demostrar su talento al conseguir la medalla de bronce en la prueba de K4 500 metros, sumando así su tercera presea olímpica consecutiva junto a Saúl Craviotto, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo. Cooper se consagró en Río 2016 con una histórica medalla de oro, continuó su racha con una plata en Tokio 2020 con una plata, y en París 2024, aunque no pudo reeditar el oro o la plata, su bronce en K4 lo mantiene en la élite del piragüismo mundial y se convierte en uno de los pocos deportistas que suma 3 medallas en unos Juegos, una de cada color.
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