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«Más turistas, más vida»: un enfoque necesario

por Javier Olona | 18 Ago, 2024 | Actualidad, Colaboradores, Contraportada, Destacadas, Opinión, Turismo

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Director-gerente de Mallorca Informa.com. Ha dedicado más de 25 años de su vida al periodismo. Ha trabajado en Radio Balear y Onda Cero y ha colaborado en el diario El Mundo y Europa Press. Premio Eureka a la mejor idea de empresa.

Este domingo, un grupo de activistas bajo el lema “Menys turisme, Més Vida” ha cortado ilegalmente la avenida principal de Alcudia para protestar contra los atascos y el colapso que, según ellos, provocan los turistas en Mallorca. Este tipo de acciones, que buscan denunciar un problema real, acaban siendo paradójicas y contraproducentes. ¿Denuncian los atascos provocando aún más atascos? Es ridículo. No solo es un absurdo, sino que estas protestas están causando molestias innecesarias a los propios ciudadanos, aquellos a los que dicen defender.

La visión que promueven estos activistas es, en mi opinión, completamente equivocada. El problema no es la llegada de turistas; el problema son nuestras infraestructuras, claramente deficientes. Es evidente que Mallorca enfrenta retos en cuanto a la gestión del turismo, pero atacar a quienes nos visitan es un enfoque miope y dañino. En lugar de fomentar una turismofobia que solo generará división y resentimiento, deberíamos centrar nuestros esfuerzos en mejorar las infraestructuras que sostienen la actividad económica más importante de la isla.

UN VISTAZO A EUROPA

Un vistazo a otros países europeos nos muestra el camino a seguir. En lugares como Holanda o Alemania, las infraestructuras de transporte, en particular las ferroviarias, están diseñadas para soportar grandes volúmenes de turistas y residentes. En Mallorca, en cambio, el tren solo llega hasta Sa Pobla y Manacor, lo cual es claramente insuficiente. Si realmente queremos reducir los atascos y mejorar la calidad de vida de residentes y turistas, necesitamos un sistema de transporte público más eficiente que cubra toda la isla, especialmente las zonas turísticas, con mayor frecuencia y puntualidad.

Muchos de los que se quejan del turismo son, al mismo tiempo, beneficiarios directos o indirectos de él. El dinero que dejan los turistas en Mallorca no solo sostiene nuestra economía, sino que también permite a muchos de los que protestan vivir con un mejor nivel de vida. El problema, entonces, no es la afluencia de turistas, sino nuestra incapacidad para entender la situación y gestionarla adecuadamente. Culpar a los turistas es fácil, pero es una actitud que nos lleva a la autodestrucción.

En lugar de limitar el número de visitantes, deberíamos organizar mejor sus visitas y estancia. Un buen ejemplo de gestión lo encontramos en Berlín, donde visitar el Reichstag es gratuito, pero es necesario reservar con antelación. Este sistema asegura el control, la seguridad y evita aglomeraciones, algo que podríamos replicar para los visitantes en alguna zona colapsada de Mallorca. Propuestas como estas no solo mejorarían la experiencia turística, sino que también serían bien recibidas por los residentes, que verían una organización eficaz en lugar de restricciones arbitrarias.

SOLUCIONES DIFÍCILES

Mallorca es una isla grande, con capacidad para acoger distintos tipos de turismo de forma ordenada y equilibrada. Podemos tener zonas para el turismo de sol y playa, para el turismo joven y, al mismo tiempo, desarrollar áreas para un turismo más selecto y exclusivo.

El tema del alquiler vacacional es, sin duda, mucho más complejo, pero también tiene solución si se aborda desde la regulación inteligente y el respeto mutuo. No es cuestión de eliminar los pisos turísticos, sino de establecer normas claras y hacerlas cumplir, asegurando que tanto turistas como residentes respeten las reglas de convivencia. No debería ser complicado pedirle a un turista que respete las normas desde el momento en que en su país lo hacen. ¿Por qué allí sí y aquí no? Eso es lo que nos debemos preguntar.

EL PROBLEMA NO SON LOS TURISTAS

En resumen, el verdadero problema no son los turistas, sino nuestra falta de previsión y acción a lo largo de los años. Es hora de decir sí al turismo, sí a las regulaciones que mejoren su gestión, y no a las limitaciones que solo nos perjudicarán. Mejorar las infraestructuras de nuestra isla no solo beneficiará a los visitantes, sino también a todos los que vivimos aquí. Pero ahora, con estos movimientos intolerantes surgidos, Mallorca se está pegando un tiro en el pie.

De lo que estoy convencido es de que muchos turistas cuidan mejor de Mallorca que algunos residentes que se dedican a cortar carreteras o invadir playas. Aprendamos y apliquemos lo bueno de quienes nos visitan y, en lugar de poner barreras, pongamos en marcha soluciones que nos beneficien a todos. Desde los mayores empresarios, a los pequeños comercios, hoteles familiares y cualquier tipo de negocio… y también, por supuesto, soluciones que permitan a los ciudadanos convivir en paz con el turismo, la mayor fuente de ingresos. Porque, al final del día, más turismo significa más vida para Mallorca.

2 Comentarios

  1. Carlos

    Totalmente de acuerdo con el periodista firmante del artículo.

    Responder
    • Redacción Mallorca Informa

      Gracias por su opinión, desde la redacción de Mallorca Informa se lo transmitiremos al periodista firmante del artículo.

      Responder

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