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La construcción del tren Palma-Aeropuerto-Llucmajor, frente al TGV, el AVE y el Transiberiano

por Javier Olona | 3 Oct, 2024 | Destacadas, Mallorca, Movilidad, Política, Portada, Transporte

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La construcción de la línea ferroviaria Palma-Aeropuerto-Llucmajor, con una inversión de 690 millones de euros, es uno de los proyectos más ambiciosos del Govern de las islas Baleares para mejorar la conectividad y la movilidad en la isla de Mallorca. La línea tendrá un recorrido de 27,45 kilómetros, incluyendo tramos subterráneos y a cielo abierto, y su finalización está prevista para 2032. A lo largo de sus ocho años de construcción, se desarrollarán varias infraestructuras complementarias, como la adquisición de nuevos trenes y la construcción de nuevos talleres, además de conexiones intermodales con autobuses y aparcamientos disuasorios lo que supondrá una indiscutible mejora de la conectividad y movilidad en la isla.

Este ambicioso proyecto será vital para conectar Palma con el hospital de Son Llatzer, el aeropuerto de Son Sant Joan y Llucmajor, ofrecerá una alternativa eficiente al tráfico en coche en una de las zonas más congestionadas de la isla. Sin embargo, cuando comparamos este tiempo de construcción con otras obras ferroviarias históricas, resulta interesante analizar los plazos a los que se han enfrentado otras grandes infraestructuras.

TGV (Francia): 409 kilómetros en cinco años

En 1976 el gobierno francés fundó el proyecto TGV y poco después se comenzó la construcción de la primera línea de alta velocidad entre París y Lyon, con una distancia de 409 kilómetros. A pesar de la complejidad de la obra, este proyecto se completó en un tiempo récord: 5 años, desde su planificación en 1976 hasta su inauguración. El servicio TGV comenzó a funcionar para el público entre París y Lyon el 27 de septiembre de 1981. La rapidez en la ejecución del proyecto es significativa si se considera que el recorrido atravesó zonas urbanas y rurales. El TGV alcanza una velocidad máxima de 365 kilómetros/hora, por los aproximadamente 100 kilómetros/hora de la línea Palma-Llucmajor.

TGV Sud-Est y TGV 2N2 Lyria en la Estación de París-Lyon. (Wikipedia)
TGV Sud-Est y TGV 2N2 Lyria en la Estación de París-Lyon. (Wikipedia)

Transiberiano (Rusia): Una epopeya de la ingeniería del siglo XIX

El Ferrocarril Transiberiano es otro de los gigantes del mundo ferroviario. Con sus 9.288 kilómetros, es la línea ferroviaria continua más larga del mundo y conecta Moscú con Vladivostok, en la costa del océano Pacífico. La construcción de esta obra monumental tomó 13 años, desde su inicio en 1891 hasta su finalización en 1904. La magnitud del proyecto es asombrosa, ya que atraviesa ocho zonas horarias y cruza algunas de las geografías orográficamente más difíciles del mundo, incluidas enormes extensiones de Siberia.

A pesar de ser una obra inmensamente más larga y complicada que la línea Palma-Llucmajor -9.288 kilómetros frente a los 27,45 kilómetros de la línea Palma-Llucmajor-, el Transiberiano se completó en menos de dos décadas y en una época en la que no se contaban, ni por asomo, con los avances tecnológicos de la actualidad. Este proyecto no solo se destaca por su longitud, sino también por la importancia geopolítica que tuvo para Rusia al conectar su corazón europeo con Asia.

Puente sobre el río Kama, cerca de la ciudad de Perm. (Wikipedia)
Puente sobre el río Kama, cerca de la ciudad de Perm. (Wikipedia)

Línea de Alta Velocidad Madrid-Sevilla (España): Un reto superado

La construcción de la Línea Madrid-Sevilla, con 471 kilómetros y ancho de vía europeo, representó uno de los mayores retos en la historia de la ingeniería española. Comenzada en 1989, la línea se completó en apenas 3 años, con su inauguración coincidiendo con la Expo 92 en Sevilla. El rey Juan Carlos puso la primera traviesa de ancho internacional en 1989, el Gobierno realizó el primer viaje en el AVE el 14 de abril de 1992, el 20 de abril se inauguró la Expo’92 y, finalmente, el día previsto para su puesta en servicio, el 21 de abril de 1992, comenzaba la explotación comercial de la Línea de Alta Velocidad Española que unía Madrid y Sevilla.

Era la culminación de la construcción de la primera línea de ancho europeo de nuestro país, capaz de permitir, en aquel momento, la circulación de trenes a más de 250Km/h. El proyecto involucró excavaciones masivas y la construcción de 31 viaductos y 17 túneles, muchos de ellos ubicados en áreas complicadas como la Sierra Morena y la Sierra de Alcudia.

Además de los retos geográficos, fue necesario realizar importantes remodelaciones en las estaciones de tren de ciudades clave como Madrid, Ciudad Real, Puertollano, Córdoba y Sevilla. Este proyecto fue crucial no solo por su impacto en la infraestructura, sino también porque fue el primer paso para la expansión de la red AVE en España, que se ha convertido en un modelo de éxito internacional.

Primer viaje en el AVE el 14 de abril de 1992. (https://www.adifaltavelocidad.es/)
Primer viaje en el AVE el 14 de abril de 1992. (https://www.adifaltavelocidad.es/)

Otras infraestructuras

A pesar de su corta longitud en comparación con otras grandes líneas ferroviarias, el proyecto de la línea Palma-Llucmajor presenta un tiempo de construcción relativamente largo de 8 años. Este plazo, que contempla su finalización en 2032, refleja, sin embargo, los desafíos de planificación y ejecución en infraestructuras modernas, especialmente en áreas urbanas densamente pobladas y con la necesidad de implementar nuevas tecnologías de transporte.

Si comparamos estos tiempos de construcción con otros monumentos emblemáticos de la ingeniería, como el Empire State Building, que se completó en 1 año y 45 días, o la Torre Eiffel, finalizada en 2 años, 2 meses y 5 días, es evidente que las grandes infraestructuras ferroviarias presentan desafíos técnicos mucho mayores, desde la planificación geográfica hasta la intermodalidad y el uso de recursos.

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