Agentes de la Policía Nacional han detenido a cuatro jóvenes, de 18 y 19 años de edad, como presuntos autores de un delito de falsificación de moneda, en relación con la expedición de moneda falsa en establecimiento de ocio nocturno, en Palma.
En nota de prensa, la Policía ha informado que el principal sospechoso adquiría los billetes falsos de 50 y 20 euros por canales ilícitos de distribución. Luego, aprovechando las relaciones de amistad con su círculo cercano, repartía los mismos para que fuesen ‘colocados’ en locales, preferiblemente de ocio nocturno en Palma.
En el establecimiento donde se recepcionaron los billetes no fueron conscientes de la naturaleza de los mismos hasta que hicieron el recuento de caja de la noche anterior, momento en el que se dieron cuenta del engaño. Y es que, según han acreditado dos informes periciales emitidos por el Banco de España, se trata de una serie de billetes falsos calificada como “peligrosa” por su elevada calidad.
Investigación policial y modus operandi
Así, los sospechosos lograban pagar sus consumiciones en el local con los citados billetes fraudulentos, obteniendo al mismo tiempo, además de la ganancia en especie, una ganancia en la devolución del cambio en moneda de curso legal, efectivo este que entregaban a su principal suministrador, quien obtenía pingües beneficios.
La investigación llevada a cabo por agentes del grupo de Blanqueo de Capitales y Falsificación de Moneda de la Policía Nacional se inició los primeros días del pasado mes de febrero, a raíz de denuncia interpuesta por representante de establecimiento de ocio nocturno de Palma aportando seis billetes falsos, de 50 y 20 euros.
La investigación se enlaza con una actuación policial una semana después en el mismo establecimiento, con la detección de otros seis billetes falsos de las mismas cuantías y que originó la intervención de unidades de seguridad ciudadana de la Policía Nacional y la detención de un joven de 19 años, así como la identificación de varias personas vinculadas al mismo.
Análisis forense y detenciones
Personal especializado del grupo investigador ha necesitado desarrollar múltiples gestiones para poder dar con los autores, pues se trataba de enlazar los dos hechos anteriores, para lo cual se necesitó visualizar numerosas grabaciones de seguridad del establecimiento en ambas madrugadas y así situar en el mismo lugar a las personas identificadas.
Al mismo tiempo, se logró vincular que ambas remesas de billetes intervenidos tuvieran las mismas características en su falsificación, algo lo cual se establece a la hora de su peritación en el Banco de España.
Además, una vez efectuadas varias tomas de declaración, se fue reduciendo la lista de potenciales sospechosos hasta llegar a determinar las filiaciones de los principales ‘colocadores’ de los billetes en el establecimiento, así como la identidad del principal suministrador de los mismos, todos ellos residentes en una localidad de la Part Forana.
Consecuencias legales y fenómeno en la isla
El cabecilla fue localizado y detenido en Palma este pasado martes, 15 de abril, siendo puesto a disposición judicial. Los otros tres sospechosos se entregaron tras ser contactados por los investigadores, quedando en libertad con cargos tras ser oídos en declaración.
Los billetes falsos en Mallorca son, afortunadamente, un fenómeno infrecuente, algo que los investigadores atribuyen a la insularidad. Y es que el método usualmente empleado por las organizaciones dedicadas a ‘colocarlos’, conocido como ‘de goteo’, consiste en desplegar personas con fajos de billetes falsificados en una localidad, en la que realizan numerosas compras de productos de pequeño valor, obteniendo como beneficio el dinero real recibido como cambio. Ese proceso, para que los autores puedan evitar la acción policial, implica que los sospechosos se muevan constantemente de ciudad en ciudad, algo problemático en una isla.
Bien es cierto, según la Policía, que últimamente, a través de la redes sociales, se ha detectado un progresivo incremento de este tipo de hechos delictivos y, al ser los billetes intervenidos de gran calidad, no se descarta ningún tipo de procedencia originaria en su fabricación, algo que sigue en proceso de investigación.
Se trata no obstante de un delito muy castigado, con penas que van desde los dos hasta los 12 años de prisión dependiendo del papel desempeñado por el autor en el proceso de falsificación e introducción de los billetes.
Esta gravosa penalidad, similar a la prevista en los códigos penales de todos los países del mundo, responde al grave riesgo para el sistema económico que suponen los billetes falsos, pues una introducción masiva de los mismos pondría en jaque la credibilidad del sistema monetario y en el caso de una divisa de referencia como el euro, tendría graves repercusiones para la economía mundial.
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