La final de la Copa del Rey celebrada en el Estadio de La Cartuja dejó un encuentro vibrante y de alto nivel entre el FC Barcelona y el Real Madrid CF, en el que los azulgranas se impusieron por 3-2 tras una prórroga cargada de emoción.
La tarde arrancó con respeto mutuo sobre el césped, pero fue el conjunto dirigido por Hansi Flick quien logró imponer su ritmo conforme avanzaban los minutos. Fruto de esa insistencia llegó el primer tanto del partido: Pedri, con un soberbio disparo desde la frontal del área, adelantó al FC Barcelona en el minuto 29, llevando la ventaja al descanso (1-0).
En la reanudación, el Real Madrid reaccionó con contundencia. El ingreso de Kylian Mbappé tras el descanso dio aire fresco al ataque blanco. El delantero francés firmó el empate en el minuto 70 con un gol de falta directa que encendió a la afición madridista (1-1).
Emoción en la segunda parte
Apenas siete minutos después, Tchouaméni, de cabeza tras un saque de esquina, culminó la remontada parcial para los de Carlo Ancelotti (1-2).
Sin embargo, el FC Barcelona no se rindió. Ferran Torres, con una acción de gran calidad, volvió a igualar el marcador en el minuto 84, enviando el partido a la prórroga (2-2).
Con ambos equipos acusando el desgaste físico, la final se mantuvo igualada hasta los instantes finales, donde emergió la figura de Jules Kounde.
Prórroga de alta tensión
El defensor francés, incorporado al ataque, firmó el definitivo 3-2 en el minuto 113, sentenciando una final épica.
Con este triunfo, el FC Barcelona suma su 32º Copa del Rey, en un partido que quedará en la memoria por su intensidad, alternancias y el nivel de fútbol mostrado por ambos equipos.
Foto: RFEF.es
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