La catedral de Mallorca, en Palma, ha acogido este domingo la misa por las víctimas que la covid-19 ha provocado, hasta el momento, en Baleares.
Unas 800 personas, entre familiares de los fallecidos, representantes de partidos políticos, miembros del Govern y otras entidades públicas y privadas, han asistido a la misa presidida por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, quien ha contado con la presencia del obispo de Menorca, Francesc Conesa, y del administrador diocesano de Ibiza, Vicent Ribas.
Por parte del Govern de las Islas Baleares han asistido la presidenta, Francina Armengol, la consellera de Asuntos Sociales y Deportes, Fina Santiago; el conseller de Educación, Universidad e Investigación, Martí March; la consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez, y la consellera de Administraciones Públicas y Modernización, Isabel Castro.
Tampoco no han faltado el presidente del Parlament balear, Vicenç Thomàs; la delegada del Gobierno, Aina Calvo; el alcalde de Palma, José Hila; el comandante general de Baleares, Fernando García Blázquez y los presidentes de los Consells de Mallorca, Menorca e Ibiza.
Debajo del altar se han colocado velas encendidas simulando una figura del archipiélago balear.
El obispo Taltavull ha catalogado el acto de «último adiós comunitario a quiénes fueron enterrados casi en soledad a causa de las restricciones impuestas por la pandemia».
La misa funeral se ha celebrado respetando todas las medidas de seguridad fijadas para esta pandemia -los asistentes con mascarillas y separados entre sí- y un máximo de 800 personas en el templo.
Foto: CAIB
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