Baleares ha arrancado este miércoles la vacunación del personal en primera línea de la atención al COVID-19, en una fase en la que se espera administrar la primera dosis a 7.337 personas, tanto profesionales sanitarios como personal no sanitario que trabaja en el sistema de salud.

A las 9.30 horas se han vacunado los primeros profesionales sanitarios, y continuarán todo el día. Se prevé un ritmo estimado de 200 vacunaciones diarias.

Desde el Hospital Son Espases y Atención Primaria han mostrado satisfacción por el inicio de esta fase, señalando que personal está animado por la llegada de la vacuna.

En total está previsto que participen en esta primera fase de vacunación 6.325 profesionales de la sanidad pública y 1.012 de la sanidad privada. Los profesionales de la sanidad pública serán vacunados en sus centros sanitarios, mientras que los de la sanidad privada irán a la unidad COVID Exprés de Son Dureta (Mallorca).

Para los de Menorca, se han habilitado dos puntos de vacunación: el Hospital Mateu Orfila y el Centro de Salud Canal Salat.

Ritmo de vacunaciones

En Son Espases se prevé vacunar en aproximadamente una semana a unos 1.800 trabajadores, según ha explicado el gerente del Hospital, Josep Pomar. Una vez hecho esto, esperan las indicaciones de la Conselleria para continuar vacunando al resto del personal, si bien también cabe la posibilidad de que las autoridades decidan priorizar a otro colectivo.

En cualquier caso, Pomar ha indicado que en Son Espases esperan alcanzar porcentajes de vacunación de alrededor de un 95 por ciento. “El personal sanitario entiende que la vacuna es imprescindible”, ha subrayado el gerente, que ha indicado que no se ha producido ningún incidente de rechazo de la vacunación hasta el momento.

El horario de las vacunaciones en el hospital será de 8.00 a 20.00 horas de lunes a domingo. La fase empieza con la vacuna de Pfizer aunque a partir del lunes posiblemente se administre también la de Moderna. Una vez vacunados, los profesionales recibirán un documento que certifica que han recibido la primera dosis y una citación a los 21 días.

Esta fase dirigida al personal en primera línea incluye a los pacientes que han tenido contacto directo con pacientes COVID-19 o a los de servicios asociados: urgencias, medicina intensiva, anestesia, medicina interna, neumología, servicio de laboratorio y otros especialistas, entre otros, “un personal muy diverso”.

Pomar ha recordado que los dispositivos de Son Espases incluyen también al Hospital General, el psiquiátrico y Verge de la Salut.

“La situación de la pandemia cansa a todos y sobre todo al personal sanitario. Los trabajadores de Son Espases están teniendo una respuesta ejemplar y colaborativa, y están respondiendo a lo que se espera de ellos”, ha valorado Pomar.

Por su parte, la directora de enfermería de Atención Primaria, Consu Méndez, ha explicado que prevén terminar en unas dos semanas. Cabe matizar que Atención Primaria se encargará también de vacunar al personal de hospitales privados.

En el momento de realizar estas declaraciones, ya se habían vacunado unas 150 personas desde Atención Primaria. Méndez ha destacado que pueden llegar a todos los municipios de Mallorca gracias a la dispersión de los Centros de Salud. También ha indicado que no falta personal para distribuirlas y que tampoco faltan vacunas, si bien ha reconocido que esta semana ha habido un retraso.

Protesta con 4.000 personas

Por otro lado, Pomar ha rechazado comentar la protesta contra las restricciones a la hostelería que este martes congregó a más de 4.000 personas en Palma.

El facultativo se ha limitado a recordar que “la pandemia no es ninguna broma” y que si no se recupera la salud de la población “difícilmente” se podrá recuperar “a economía o la vida social”. “La prioridad debe ser recuperar el estado de salud de la población“, ha incidido.

Ocupación de las UCI

Paralelamente, el gerente de Son Espases ha indicado que actualmente el Hospital cuenta con 56 camas de UCI dedicadas a pacientes COVID-19, de las que actualmente están ocupadas 50. Sin embargo, Pomar ha asegurado que cuentan todavía con una reserva “notable” de camas de UCI porque van adaptándose: a lo largo del fin de semana, “si es necesario”, irán abriendo otras áreas.

“El hospital planifica a corto plazo porque no queda otra solución”, ha indicado, explicando que los pacientes críticos tienen la “garantía” de que “encontrarán un sitio donde serán atendidos por profesionales adecuados”.

Con todo, ha reconocido que se están produciendo más ingresos que altas y que esto se está equilibrando gracias a derivaciones a otros centros, concertados o privados.

Foto: Europa Press