El Colegio Oficial de Psicología de Baleares (Copib) ha destacado el valor de la intervención de los profesionales de la psicología para mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas con alzheimer, así como la importancia de la prevención y la detección en fases iniciales de la enfermedad.

En el Día Mundial del Alzheimer, el Colegio ha defendido la incorporación de más profesionales de la psicología a los equipos de los servicios de atención sanitarios y comunitarios que trabajan en el ámbito de la prevención, de la promoción de la salud y de la atención a pacientes y personas allegadas.

Diagnóstico precoz

Desde el Copib han señalado que la progresión y las tasas de prevalencia de la enfermedad indican que “no se puede esperar a tener un diagnóstico para empezar a trabajar, sino que hay que poner el foco en la prevención, en la psicoeducación, en la detección de fases iniciales, en la creación de más centros para atender y proporcionar los recursos adecuados a la población que lo necesite, y por supuesto, en facilitar el acceso de las personas diagnosticadas y de sus familias a un equipo técnico multidisciplinar”.

En enfermedades que cursan con declive cognitivo, como el alzheimer y las demencias, el Copib ha considerado que “se hace cada más evidente lo importante que es realizar una estimulación cognitiva del paciente para intentar frenar ese declive y mantener el mayor tiempo posible el máximo nivel de autonomía de la persona para realizar sus actividades diarias”.

“El establecimiento de rutinas y hábitos saludables, la práctica de talleres de estimulación cognitiva y de ejercicio físico, o el entrenamiento en habilidades básicas, instrumentales y avanzadas de la vida diaria, entre otras, ayudan a frenar el deterioro”, han asegurado desde el Colegio, a la vez que han añadido que “la contribución del psicólogo a la hora de planificar y desarrollar estas estrategias de prevención es indispensable”.