El portavoz del PP en el Parlament, Antoni Costa, ha aclarado este lunes que la intención de su partido, si gobierna a partir del año que viene, no es eliminar el impuesto de patrimonio inmediatamente, sino plantear en primer lugar una rebaja del 60 por ciento para, con el tiempo, avanzar hacia su eliminación.

En la rueda de prensa previa al pleno de la Cámara autonómica, Costa ha matizado las palabras de la presidenta de la formación, Marga Prohens, que, en un acto en Palma junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció la eliminación de esta figura tributaria si coge las riendas del Ejecutivo autonómico después de las próximas elecciones.

Costa ha argumentado que se trata de un impuesto “arcaico”, que no está presente en casi ningún país europeo. En todo caso, ha insistido en que la eliminación del impuesto de patrimonio forma parte de la reforma tributaria integral que propone el PP.

Declaraciones

En este sentido, el portavoz del PP ha explicado que en el pleno de este martes en la Cámara autonómica preguntará a la presidenta del Govern, Francina Armengol, “por qué no baja los impuestos de una vez por todas cuando ya lo están haciendo otras comunidades autónomas”.

Costa ha lamentado que Armengol no solo no baje los impuestos sino que “critique a las regiones que en el uso de su autonomía tributaria deciden bajarlos”.

Para el portavoz ‘popular’ es “sorprendente” que una presidenta que se autodefine como federalista ataque la autonomía tributaria y apoye la recentralización de impuestos. “Si Baleares tiene derecho a subir los impuestos, el resto tiene derecho a bajarlos”, ha añadido.

En relación a la Proposición de Ley de que Més per Menorca llevará al Parlament para modificar la ley de arrendamientos urbanos y que en las zonas tensionadas se puedan modular los precios de los alquileres, Costa ha adelantado que el PP votará en contra porque se trata de una política “total y absolutamente equivocada” y que solo provoca que disminuya la oferta.

Según ha argumentado, desde 2015 el precio de la vivienda en Baleares se ha incrementado un 40 por ciento y la subida en algunos municipios como Ibiza alcanza el 80 por ciento.