El perito que realizó el informe para determinar los perjuicios económicos que supuso para Sa Trobada su cierre entre 2005 y 2011 ha afirmado que “no hay ni una pincelada de subjetividad” en dicho documento.

“La finalidad era determinar los perjuicios económicos y, por ausencia de beneficios pasados al cierre, no pude hacer una media ponderada de los que habría tenido si hubiese estado abierto”, ha explicado este lunes el testigo ante el Tribunal, que celebra una nueva sesión del juicio por el caso Cursach.

En este sentido, ha indicado que enfocó el informe al daño emergente, es decir, “a los gastos que ha tenido que soportar Sa Trobada para mantener el negocio para una apertura inminente, como el alquiler del local o los seguros”.

ABOGADO DE ÁNGEL ÁVILA RETIRA LA ACUSACIÓN HACIA SBERT

Al arrancar el juicio, el abogado que sostiene la acusación particular de Ángel Ávila ha anunciado que retira la acusación hacia el director general del Grupo Cursach, Bartolomé Sbert, por no haber “suficiente prueba de cargo”.

En consecuencia, se ha renunciado también a la práctica de la prueba pericial.