La plaza Serralta, de Palma, ganará 540 metros de amplitud, ampliándose hacia los laterales, y no permitirá la entrada a vehículos, a excepción de los vados, cuando finalicen las obras que actualmente se están llevando a cabo, que cuentan con un presupuesto de 150.000 euros y finalizarán en marzo.

La plaza pasará de los 2.160 metros cuadrados existentes a 2.700 metros, y se transformarán las vías de acceso en un espacio peatonal. En concreto, los caminos que enlazan con las calles Galiana-Desbach y Gual-Salvà, una actuación permite extender el pavimento de la plaza hasta los edificios adyacentes.

Con las obras, que se iniciaron hace unas semanas, también se instalarán nuevas barandillas, se cambiará el alumbrado, se pondrán más espacios verdes y más sombras, se mejorará la zona de juegos infantiles. Además, ya se ha demolido un 70 por ciento de las gradas de hormigón, para poder disponer así de mayor espacio libre público.

El motivo de esta actuación en la plaza Serralta ha sido que este espacio deje de tener circulación en los alrededores porque esto “creaba inseguridad en la zona de juegos infantiles y a las personas mayores”, una petición de la Asociación ‘Som Serralta’.

El alcalde de Palma, José Hila, quien ha acudido este viernes a visitar las obras junto a la teniente de alcalde de Infraestructuras y Accesibilidad, Angélica Pastor, el coordinador de Distrito Ponent, Manuel Fernández y el coordinador general del área, Luis Sureda, ha explicado que esta obra es una más de las que se están haciendo en Palma para mejorar las plazas, como las que se están haciendo en Sant Cosme, Sant Jordi y Santa Catalina.

“Queremos que las plazas sean lugares para disfrutar y estar tranquilo pero donde los vehículos no invadan el espacio”, ha manifestado Hila.