La Policía Nacional ha detenido al propietario, al controlador y al administrador de una cadena de locales que tenían explotados a nueve trabajadores, algunos en situación irregular en España, y en régimen de semiesclavitud.

Según ha informado la Jefatura este lunes, el operativo que ha acabado con el arresto de estas tres personas, de origen español, colombiano y estadounidense, derivó de las inspecciones que se realizan en centros laborales y otros con la finalidad de detectar posibles víctimas de explotación laboral o sexual.

Fruto de esas inspecciones, se tuvo conocimiento de la posible existencia de trabajadores, algunos de ellos en situación irregular en España, que podrían estar siendo explotados laboralmente en un negocio ubicado en un centro comercial de Palma.

Así, policías del Grupo 1 de la Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) realizaron una primera inspección en una tienda-isla el pasado 3 de noviembre en un centro comercial. Allí fueron identificados un total de cinco trabajadores, entre ellos el encargado. Dos de esos trabajadores se encontraban en situación irregular en España.

Como consecuencia de esa primera inspección y de las manifestaciones de los trabajadores, los agentes tuvieron conocimiento de otro local ubicado en una calle céntrica de Palma, explotado por las mismas personas. Los policías realizaron una inspección el 9 de noviembre, esta vez acompañados de funcionarios de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, y localizaron a otros dos trabajadores en las mismas circunstancias.

Las pesquisas siguieron hasta localizar a otras personas que en los últimos meses han estado trabajando sin contrato y/o en situación de estancia irregular en España, hasta un total de nueve trabajadores afectados por estas circunstancias.

Los agentes han constatado que el trato laboral dado a los trabajadores de esa empresa era totalmente diferente en función de su situación administrativa en España. Así, los que estaban en situación irregular y, por tanto, no tenían contrato, tenían que cumplir unos objetivos de venta como vender 100 euros diarios o 4.500 euros al mes. Si ese objetivo no se cumplía, se le descontaba el salario de un día completo.

JORNADAS DE SEMIESCLAVITUD

Además, se imponían jornadas laborales de semiesclavitud que alcanzaban las 13 horas diarias de lunes a sábados, incluso en algunas ocasiones la semana entera sin día de libranza.

Si la jornada era de 13 horas laborales, siguiendo el relato de los agentes, el objetivo mínimo era de 300 euros. Los trabajadores también eran penalizados con multas por el uso del teléfono móvil o no cumplir con las obligaciones de vestuario.

En el momento de la falsa contratación, se informaba a los aspirantes que si estaban en situación irregular el sueldo era de seis euros la hora, mientras que si estaban en posesión de permiso de residencia y trabajo el sueldo era el estipulado por convenio.

Los trabajadores eran también instruidos en el sentido de facilitar una filiación falsa en caso de inspecciones, siendo estas filiaciones las de trabajadores que sí estaban regulares en España.

Una vez reunidas las pruebas y manifestaciones necesarias, los investigadores detuvieron a los implicados en los hechos acusados de delitos contra los derechos de los trabajadores y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Los arrestados ya han pasado a disposición judicial.