Juan Miguel Ferrer será el nuevo presidente de CAEB Restauración Mallorca, sustituyendo al hasta hora presidente de la entidad Alfonso Robledo tras casi una década en el cargo.

Así lo ha anunciado este domingo CAEB a través de una nota de prensa en la que ha señalado que Ferrer desempeñaba el cargo de vicepresidente y ha estado vinculado a la organización durante más de 20 años.

En esta línea, han destacado que Ferrer asume la presidencia con la determinación de mantener la línea de trabajo que ha caracterizado a CAEB Restauración en los últimos años y “consciente de los importantes desafíos que el sector deberá afrontar en el futuro más inmediato”.

Desde la entidad han destacado que el nuevo presidente mantiene una visión continuista pero que también reconoce que deberá “enfrentar retos en un contexto complejo para el sector”, como la negociación del nuevo convenio laboral o el impacto de una cierta recesión en los mercados turísticos emisores que, según él, ha provocado un significativo descenso de los ingresos en el sector de la restauración.

Igualmente, ha hecho referencia a las protestas sobre, a su parecer, una “mal entendida masificación turística” que “está afectando negativamente a la imagen de Baleares en el exterior”.

Por otro lado, han resaltado que Alfonso Robledo ha desempeñado un “papel fundamental” en la representación y defensa de los intereses del sector de la restauración en las Islas. Así, han recordado que fue bajo su presidencia cuando la organización abordo la crisis de la pandemia.

Ahora, tras pasar el testigo a Juan Miguel Ferrer, Robledo asume la presidencia de la Federación Empresarial de Restauración de Baleares (Ferib) con el objetivo de cohesionar los intereses del sector en todas las islas y fortalecer la presencia de Baleares a nivel nacional, promoviendo el producto balear y el concepto de kilómetro cero.

Por último, han subrayado que esta transición en la presidencia de CAEB Restauración es parte de una estrategia consensuada dentro del sector, que busca “reordenar competencias y responsabilidades para fortalecer su representatividad y afrontar con éxito los desafíos actuales y futuros”.

“El objetivo común es claro: dar un fuerte impulso a la representatividad de la restauración, garantizando que la defensa de sus intereses sea tenida siempre en cuenta frente a la toma de decisiones estratégicas que van a protagonizar la agenda política y económica en los próximos meses y años”, ha concluido Ferrer.