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La ausencia de frío y lluvias adelanta la presencia de la oruga procesionaria del pino

por Redacción Mallorca Informa | 18 Feb, 2024 | Destacadas, Islas Baleares

La ausencia de frío y lluvias en las últimas semanas ha provocado que la presencia de la oruga procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) en zonas boscosas y urbanas de Baleares se haya adelantado a lo que suele ser habitual y con ella los riesgos asociados a su contacto con personas y mascotas.

Ante la presencia de la oruga y las reacciones urticantes que produce el contacto con los filamentos que la cubren, médicos y veterinarios instan a extremar las precauciones y ofrecen consejos sobre su tratamiento.

Aunque el contacto puede tratarse fácilmente de manera local y el daño suele ser leve, en casos aislados en humanos puede producir choques anafilácticos graves y, en el caso de las mascotas, las complicaciones pueden acabar con la muerte del animal por ahogamiento si no se actúa con celeridad.

Tras las puestas de huevos a finales de verano, las orugas suelen nacer en octubre, van mudando la piel unas cuatro o cinco veces y elaboran los bolsones o nidos en los que viven. A finales de invierno es cuando la oruga es adulta y baja de los pinos para enterrarse en el suelo. Es en esta época en la que forman las características procesiones que le dan su nombre y cuando tienen su máximo poder urticante.

El jefe de servicio de Sanidad Forestal de la CAIB, Luís Núñez, explica a Europa Press que si bien lo más frecuente es que la aparición de la oruga tenga lugar a finales de febrero o principios de marzo, las altas temperaturas, anormales para esta época del año, y las escasas precipitaciones están provocando que desde hace semanas ya se estén viendo las características filas de orugas en la montaña, aunque también en parques y jardines en entornos urbanos.

El conjunto de zonas de pinares del archipiélago son susceptibles de sufrir la presencia de esta especie, a excepción de gran parte de la Serra de Tramuntana, que por su altura y humedad se convierte en un espacio menos propicio para su desarrollo.

ESPECIE ALÓCTONA QUE LLEGÓ PARA QUEDARSE

La oruga es una especie alóctona, es decir que no es originaria de las Islas. Es más, su presencia en el archipiélago es relativamente reciente. A Mallorca llegó en 1942. En Menorca se detectó hacia 1970 y en Ibiza, sobre 1975. En Formentera la presencia se constató en el año 2006. Pero llegó para quedarse. “Cuando las animales conquistan un espacio y tienen las condiciones ideales para asentarse y quedarse, crecen y es imposible erradicarlas. Esto no va a desaparecer”, concluye Luís Núñez.

Su población, además, crece de manera exponencial, teniendo en cuenta que cada mariposa puede poner unos 200 huevos cada año. En todo caso, a pesar de sus riesgos para las personas y los animales, la oruga procesionaria del pinop juega un papel particular en los ecosistemas en los que habita ya que actúa como defoliante de los árboles en los que habita –aunque con riesgo de muerte para el árbol si está muy débil– y sirve de alimento para varias especies de pájaros.

En este sentido, aunque su presencia en los bosques podría ser “tolerada”, no lo es tanto en espacios urbanos o con presencia de personas o animales por su poder urticante y por tanto perjudicial. “En colegios, parques y jardines no debería estar”, señala el responsable de Sanidad Forestal, recordando que en propiedades privadas depende de los propietarios mientras que en las zonas urbanas depende de los ayuntamientos y la administración.

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